jueves, 30 de abril de 2009



No soy una muñeca Barbie. No soy tu pequeña niña. Sí, he hecho cosas horribles y he cometido errores y no soy tan bonita como esas chicas en las revistas. Y soy completamente deshonesta si es que a ellos se les puede creer. ¿Y que si no soy una nenita aferrada a cada una de tus palabras? Nada ha olido a rosas después de haber salido del lodo.

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